El taxista estaba ya en edad de prejubilarse. Me dijo "buenos días, no tire el cigarro, por favor, que en mi taxi se puede fumar" y no volvió a hablarme en todo el camino. Tenía puesto un cassete (?) de Bill Evans y condujo todo el trayecto sin un sobresalto, sin una pita, sin un adelantamiento agresivo y sin un "yonosédóndevamosairaparar".
Casi consigue que recupere la fe en la humanidad, el muy cabrito.
La pereza
Hace 6 años
5 comentarios:
¿Pasó en realidad? No me lo puedo creer, suena a historia breve...
Te lo juro por dios (en quien tanto creemos y tanto nos ayuda). Y no fue tan breve, que fue de La Lagonia a Santa Cruz...
Llama a Iker Jiménez, eso es digno de Milenio 3
ah, la Cuin se pasó a la ciencia ficción.
Ha sido hoy un viernes musical. Te he conocido por fin y no he encontrado el momento de presentarme.
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