Mi compañero de piso guiri cree, como yo, que esto es totalmente injusto. Lo de trabajar, digo. Es una conversación que se repite todos los domingos por la noche: "chacho, yo no quiero ir al cole mañana", "yeh, sí, yo tampocou nou quiero ir", "pues llamamos y decimos que estamos malos, algo gravísimo y contagioso y nos quedamos aquí, leyendo, jugando a la wii y mirando para los celajes", "Sí, vale, aunque no sé qué son celajes". Pero nada, somos unos cobardes y unos incultos sin imaginación, porque no se nos ocurre ninguna enfermedad lo suficientemente grave. Lo único que conseguimos es, a fuerza de mirar en Internet, entrar en pánico porque, claramente, tenemos por lo menos tres síntomas de cada una de las enfermedades que hemos descubierto. Que nos estamos muriendo, vaya, y que un día nos van a encontrar a los dos putrefactos en nuestra casa, y saldremos en "Buenos días, Canarias", en las noticias de Antena 3 y con un poco de suerte, en el programa de Ana Rosa.
Buscamos entonces otro camino, y desarrollamos un plan para tener que trabajar sólo cuatro días y poder descansar tres. Porque eso pasa en Francia, ¿saben? que es un país la mar de civilizado, y así habría menos paro, y todos seríamos un poquito más felices. "Pero tío, guiri, que si trabajamos menos vamos a cobrar menos, también, y tendríamos que irnos de esta casa que, a todas luces, no podemos pagar". "Sí, bueno, pero podríamos alquilar la habitación de Mamadou". "Sí. A doce chinos, porque con menos no nos llega, tampoco". "Ay, es que a mí los chinos me dan no sé qué". "Ya. A mí me pasa lo mismo, tan pequeñitos, ahí, y con esa cara de saber algo que los demás no sabemos". ""Pues nada de chinos". "Ya. Pero hablando de chinas..."
Y así se nos va la sobremesa de la cena. Y me levanto el lunes a una hora que no debería existir, maldiciendo mi suerte y cantando:
(Vale. Todos sabemos que en realidad canto la versión de Raphael)
La pereza
Hace 6 años
5 comentarios:
Los chinos, los pobre.
El trabajo na-ce con la per-so-na.
Acabo de descubrir que Yoko Ono no tuvo nunca la culpa de nada,,,,Joder!!!!
Yo cuando quería faltar al trabajo siempre me preparaba el siguiente discurso: "hola, jefe, mira, que tengo una pancreatitis horrorosa, y brucelosis, además, sí, fatal, ya si eso voy mañana, o el otro, ¿vale?". Pero nunca lo llegaba a soltar, el discurso, digo, porque mis contratos eran una porquería (cuando estaba contratada) y me daba bastante miedo que me echaran.
Ya me hice seguidor de tu página, a ver que se cuece por aqui...
Publicar un comentario