lunes, 25 de enero de 2010

Lunes musicales

Mi compañero de piso guiri cree, como yo, que esto es totalmente injusto. Lo de trabajar, digo. Es una conversación que se repite todos los domingos por la noche: "chacho, yo no quiero ir al cole mañana", "yeh, sí, yo tampocou nou quiero ir", "pues llamamos y decimos que estamos malos, algo gravísimo y contagioso y nos quedamos aquí, leyendo, jugando a la wii y mirando para los celajes", "Sí, vale, aunque no sé qué son celajes". Pero nada, somos unos cobardes y unos incultos sin imaginación, porque no se nos ocurre ninguna enfermedad lo suficientemente grave. Lo único que conseguimos es, a fuerza de mirar en Internet, entrar en pánico porque, claramente, tenemos por lo menos tres síntomas de cada una de las enfermedades que hemos descubierto. Que nos estamos muriendo, vaya, y que un día nos van a encontrar a los dos putrefactos en nuestra casa, y saldremos en "Buenos días, Canarias", en las noticias de Antena 3 y con un poco de suerte, en el programa de Ana Rosa.
Buscamos entonces otro camino, y desarrollamos un plan para tener que trabajar sólo cuatro días y poder descansar tres. Porque eso pasa en Francia, ¿saben? que es un país la mar de civilizado, y así habría menos paro, y todos seríamos un poquito más felices. "Pero tío, guiri, que si trabajamos menos vamos a cobrar menos, también, y tendríamos que irnos de esta casa que, a todas luces, no podemos pagar". "Sí, bueno, pero podríamos alquilar la habitación de Mamadou". "Sí. A doce chinos, porque con menos no nos llega, tampoco". "Ay, es que a mí los chinos me dan no sé qué". "Ya. A mí me pasa lo mismo, tan pequeñitos, ahí, y con esa cara de saber algo que los demás no sabemos". ""Pues nada de chinos". "Ya. Pero hablando de chinas..."
Y así se nos va la sobremesa de la cena. Y me levanto el lunes a una hora que no debería existir, maldiciendo mi suerte y cantando:



(Vale. Todos sabemos que en realidad canto la versión de Raphael)
 

5 comentarios:

Reina del Mango dijo...

Los chinos, los pobre.

Don Peperomio dijo...

El trabajo na-ce con la per-so-na.

Cuinpar dijo...

Acabo de descubrir que Yoko Ono no tuvo nunca la culpa de nada,,,,Joder!!!!

La Lupe dijo...

Yo cuando quería faltar al trabajo siempre me preparaba el siguiente discurso: "hola, jefe, mira, que tengo una pancreatitis horrorosa, y brucelosis, además, sí, fatal, ya si eso voy mañana, o el otro, ¿vale?". Pero nunca lo llegaba a soltar, el discurso, digo, porque mis contratos eran una porquería (cuando estaba contratada) y me daba bastante miedo que me echaran.

Jose Alberto Delgado dijo...

Ya me hice seguidor de tu página, a ver que se cuece por aqui...